- Por equipos, jugar el tradicional juego del memorama con las tarjetas o como opción lúdica para tiempos libres al terminar una actividad, o para variar el estímulo.
- Entregar las tarjetas a los alumnos al azar, como hay dos tarjetas de cada una, cada niño tendrá que buscar a quien tiene su misma emoción sin hablar, solamente representando con su cara y su cuerpo la emoción que corresponde a su tarjeta.
- El “juego del pañuelo” donde se acomoda a los niños en dos hileras, una frente a la otra. A cada hilera se le entrega un juego de emociones (sin repetir) y en el mismo orden se entrega el otro juego de cartas a los niños de la fila de enfrente. Se coloca un pañuelo justo en el centro, el maestro dice el nombre de una emoción y quienes hayan recibido esa tarjeta corren a tomar el pañuelo. El equipo de quien lo toma primero gana punto.
USO
individual
Este recurso puede estar dentro de la caja de la calma como una opción a utilizar cuando las emociones son muy intensas. El solo proceso de manipular las tarjetas contribuye a la atención y además la visualización de las emociones puede favorecer la identificación y expresión de emociones.