- Al azar diariamente o una vez a la semana sacar una tarjeta y realizar esa actividad con los alumnos. Al final, preguntar a los niños cómo se han sentido, para ayudarlos a descubrir cuáles son las que les ayudan más a recuperar la calma.
- Preparar centros de trabajo con diferentes actividades de calma, buscando que sean variadas, por ejemplo: manipulación (plastilina, bloques, etc.), actividad física (saltar cuerda, caminar, etc.), concentración (rompecabezas, colorear, leer), relajación (respirar, tocar algo suave). Permitir a los niños elegir cuál les gustaría probar.
- Leer una historia, elegir una situación difícil o un problema y sacar una tarjeta de calma y cambiar curso de la historia considerando que el personaje vivió esa opción de calma.
USO
individual
Cuando un niño esté experimentando una emoción intensa, puedes invitarlo en un lugar tranquilo a observar estas tarjetas, y elegir alguna opción para poner en práctica.